El mundo a través de ti

Vuelve a casa vuelve, vuelve a tu hogar…

Ayer publicaba este vídeo, de un atardecer cualquiera en Quito, para recordar que vuelvo a disfrutar la Navidad con los que mas quiero, mi familia, mis amigos, en definitiva mi gente.

Y expectante estoy en el tren por reunirme con ellos, mientras que por cosas de la vida escucho este final de una serie, que me recuerda, me enseña y de paso lo aprovecho para compartirlo contigo.

«Y casi te sientes culpable de lo cojonuda que puede ser la vida:

Porque la mayoría de la gente no tiene una segunda oportunidad.

Una segunda oportunidad para pararse y disfrutar de una buena tortilla de patatas, de una cerveza fría, por que la felicidad se reduce a eso: Disfrutar de las pequeñas cosas.

Una caricia puede contener todo el amor del mundo,

un beso puede devolverte una vida que creías perdida,

una mirada puede estar cargada de algo tan extraordinario como puede ser el perdón y,

una risa puede decirnos que todo esta superado, que nunca más habrá miedo, que nunca más estarás solo.

Esas pequeñas cosas son las que nos hacen realmente inmortales, porque la muerte no es el final, porque la vida sigue , porque si algo hemos aprendido es que ser eternos significa permanecer en la memoria de los tuyos, que esbocen una sonrisa por ti cuando faltes, que te recuerden con cariño para siempre».

Y por ello mientras publico este artículo sonrió por ti, por tu esencia, por tus recuerdos, y al son de un villancico te deseo FELIZ NAVIDAD!!