“Así, el efecto mariposa nos recuerda que a veces podemos ser como esa piedra que se lanza en un estanque y que empieza a generar ondas y más ondas en la superficie del agua.”

Mirando a través del cristal de su habitación, la pequeña Michelle no entendía lo que había sucedió esa tarde del mes de mayo, en la que de un plumazo se había desvanecido el brillo de sus ojos.
Ahora se miraba al espejo y no reconocía esa persona que estaba reflejada. Se sentía triste, vacía, perdida y en consecuencia no se sentía ella.
En su cabeza solo había una idea:
¿cómo podía ser que un instante, un momento, una palabra lo hubiese cambiado todo?.
¿Como podía ser que sin ella saberlo, ese soplido al viento hubiese desencadenado el efecto mariposa?.
¿Hubiese desencadenado ese caos en su cabeza?
Y entonces pensó, y si pudiera volver en el tiempo y pudiera cambiar el pasado.
¿Quien sería ahora?.
Y en ese caso, ¿existirías tu?.
el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo».