
Hoy te miro y no te reconozco,
Tan solo fue ayer cuando nos encontramos,
Tú, yo y el mundo.
Rectas, curvas, subidas y bajadas.
Acantilados sobre el mar y sobre ti.
Pero siempre reflejando la belleza de la vida.
Belleza que a veces no se entiende,
Belleza que a veces se oculta,
Belleza reflejada en mi, en ti, en el mundo.
Y así vas, paso a paso abriéndote camino,
Entre las aguas de la vida.
A veces tranquilas y otras revueltas,
Pero siempre, siempre con la certeza que al final de la curva me estás esperando,
Tú, yo, y el mundo.