
“Da tu primer paso ahora. No importa que no veas el camino completo. Solo da tu primer paso y el resto del camino irá apareciendo a medida que camines”.
Martin Luther King.
¿No te ha pasado alguna vez que cuando ves a una persona conocida de lejos, sin verle la cara simplemente por la forma de andar le reconoces?.
Si no te has fijado, te invito a hacer un día la prueba:
Y si, creo que la forma en la que caminas por la vida te marca tu destino.
¿Te has planteado alguna vez cuál es tu forma de caminar?
Cuando eres pequeña y comienzas a ser consciente de tu entorno, lo primero que haces es gatear. Sujetarte al suelo, y comenzar a recorrer tu vida.
Porque… ahora que lo pienso, el gateo, es la forma mas segura de ir por la vida:
Te mueves, SI, pero siempre sujeta al suelo sin peligro de caer, sin posturas y con una perspectiva similar, para no perderte ni golpearte.
Tú controlas. Estás seguro, o eso crees.
Sin embargo, cuando caminas de pie, tu vida se tambalea, puede ser que te caigas, que te tropieces o que pierdas el rumbo, tu dirección.
El caminar de pie te obliga a tomar una postura ante el mundo, pero también te muestra una perspectiva de las cosas, te enseña y aprendes con cada tropiezo y eso al final, al final reconforta.
La realidad es que la mayoría de las veces:
Con los ojos abiertos no vemos,
con nuestros propios pasos nos perdemos,
y por nuestra sonrisa se derraman lágrimas.
Así que, Ahora que se acaba este año te animo a que respondas a esta pregunta:
¿Eres de los que gatea o de los que camina?.
Puedes vivir la vida gateando o levantarte y comenzar a caminar.
Tú decides.