Hoy he sentido un poco de vértigo al subir unos escalones que me llevaban a lo alto de una cúpula.
Y en mi mente se ha quedado la siguiente reflexión:
Parece que sin darte cuenta vas avanzando, paso a paso mirando hacia al frente y en ocasiones, a lo que te queda aún por subir. Lo de atrás pues ya sabes lo que hay, y continuas…
Así que avanzas, tropiezas, resbalas pero sigues mirando adelante…
Y entonces, es cuando aparece el miedo, incertidumbre de que vendrá, que ocurrirá, y si, pierdo mi norte…
Te agarras a la Barra de las escaleras, que estabas subiendo, y no la sueltas. Sigues andando porque hay que moverse, eso si bien atado no sea que des un traspiés…
Y llegas, llegas arriba y miras para abajo y te das cuenta de tooodo lo que has conseguido porque una vez que estás allí se olvida, se olvida lo que pasaste para lograrlo, los rasguños que por el camino te hiciste y sólo te queda la sensación de buahhhh lo he conseguido!.
Pero, tu cara comienza a cambiar cuando ves que hay que bajar, una nube se instala en lo alto de tu cabeza y comienza a dar vueltas, comienza a tronar.
Si, en ese día soleado aparece la tormenta y se instala en ti.
En teoría, la bajada es más fácil o quizás no?.
Pero mirar abajo y ver todo tu mundo diferente cuesta, cuesta entender que:
La vida es infinita a la par que finita.
Que las perspectivas enriquecen,
Y que las riquezas de la Vida están en los momentos. Momentos contigo pero también conmigo.
Conmigo verás la vida a mi manera, pero tú
Me enseñarás a verla a la tuya.
Contigo, contigo aprendí…
Contigo aprendí
Que existen nuevas y mejores emociones.
Contigo aprendí
A conocer un mundo nuevo de ilusiones…
Aprendí…
y comencé a bajar.
El mundo a través de ti 